¡La acelga! Una fiel hortaliza cultivada desde tiempos remotos, considerada como alimento básico para la nutrición del ser humano. No muy elegida cuando éramos niños, quizás por su aspecto poco atractivo, pero a medida que nos fuimos convirtiendo en adultos empezamos a valorar esta verdura por su gran versatilidad en la cocina y su largo listado de propiedades y beneficios. Pertenece a la especie Beta vulgaris, junto con las remolachas, pero a diferencia de ellas aquí se cultivan principalmente por las hojas en lugar de sus raíces.
Esto es solo el comienzo, tenemos mucho más para contarte acerca de las acelgas, sus propiedades, beneficios y contraindicaciones, así que no dudes en seguir leyendo este artículo de EcologíaVerde.
Las acelgas (Beta vulgaris var. cicla) pertenecen a la familia de las Chenopodiaceae. Se trata de una planta herbácea cultivada principalmente por sus grandes hojas, aunque también se consumen sus raíces y tallos.
Posee hojas de forma ovalada y de color verde brillante, con gruesas nervaduras y peciolos anchos y largos. Los tallos, llamados “pencas”, son de textura fibrosa y las flores pequeñas, color verdes o rojizas.
Al momento de la cosecha, se puede extraer la planta completa para consumo o bien solo sus hojas, ya que al cortarlas las mismas vuelven a crecer rápidamente permitiendo varias cosechas de una misma planta.
Según el color que presenten o la época en la que se cultiven, hay varios tipos de acelgas, algunas de ellas son:
¿Y qué hay de sus valores nutricionales? Las acelgas tienen altos contenidos de minerales como calcio, hierro, potasio, magnesio y fosforo, además de vitaminas (K, E, C, B y A), fibra y agua. Mientras que sus contenidos de calorías son muy bajos y prácticamente no poseen grasas ni ácidos grasos omega.
Una porción de 100 g de acelga contiene:
Como hemos visto, las acelgas son altamente ricas en nutrientes y vitaminas, conozcamos ahora algunas de las propiedades que tienen:
¿Qué beneficios tiene la acelga para el cuerpo? Gracias a todas las propiedades mencionadas y a los componentes nutricionales, son cientos los beneficios que se pueden obtener del consumo de las acelgas, además de un sabor realmente agradable.
Veamos para qué sirven las acelgas:
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Te dimos numerosas razones por las cuales debes incorporar a las acelgas en tu dieta pero, ¿sabes cómo se come la acelga para que no pierda sus propiedades? Son ampliamente utilizadas en la gastronomía gracias a sus múltiples posibilidades de cocción y preparación.
La acelga puede consumirse cruda o cocinada, debemos saber que cuando los alimentos se cocinan se exponen al calor, a periodos de tiempos variables de cocción, a un tipo de solución y a una oxidación, por eso siempre que se pueda, lo ideal es consumirlas crudas.
Veamos algunas maneras de cocinar la acelga tratando de mantener al máximo sus nutrientes y minerales.
En una olla con agua y sal, deberás colocar las hojas cuando el agua rompa hervor. El tiempo de cocción dependerá del tamaño de las hojas pero generalmente toma entre 6 y 8 minutos. Recomendamos no usar mucha cantidad de agua y dejar las hojas enteras o cortarlas lo menos posible para minimizar las pérdidas de nutrientes.
Pon las hojas en una vaporara por encima de una olla con agua hirviendo, el calor del vapor las cocinara en 10 minutos. Es la forma más recomendada para sacar provecho al máximo sus beneficios. Tapa bien la olla para no perder el vapor y no te pases del tiempo de cocción. ¡Dato extra! Si añades unas gotas de limón o vinagre ayudarán a conservar al máximo algunas de las vitaminas.
Simplemente bastará con aprovechar el caldo de cocción de las acelgas al hervirlas, pueden añadirse otras verduras para conseguir una mayor cobertura nutricional.
Podemos incorporar las acelgas en ensaladas, tartas, salsas, sopas, acompañando carnes y pescados o hasta en productos congelados y enlatados. Lo más importante es lavarlas bien antes de consumirlas, ya que pueden contener tierra y patógenos en sus hojas que podrían enfermarnos.
Otra forma de consumir las acelgas es recurriendo a productos farmacéuticos, en forma de cápsulas de complementos alimentarios.
La acelga no es un alimento milagroso, como muchos otros poseen posibles efectos secundarios derivados de su consumo, veamos cuales son:
Es importante saber que las personas que sufren los siguientes padecimientos deben consultar a su médico antes de consumir acelga ya que podría tener contraindicaciones:
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