Escrito por Luz Marina Carpio Hernández
Aprender a limpiar el calzado de yute es imprescindible para que luzca impecable y prolongues su vida útil. Este tipo de alpargatas son atemporales, por la versatilidad y la comodidad. Las puedes usar cuando desees, pero en especial durante épocas calurosas.
Al tratarse de una confección particular, el yute requiere un mantenimiento meticuloso y manual. Los productos y herramientas necesarios para su aseo tienen que ser apropiados para un elemento delicado. ¿Te interesa saber más al respecto?
El yute es una fibra vegetal que brinda buen acabado y calidad en diferentes productos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura describe este material como blando y brillante; alcanza un largo de hasta 4 metros y un diámetro de 17 a 20 micras. Los compuestos principales son la celulosa y la lignina.
Por derivarse de una planta, el yute es amigable con el medio ambiente. La revista Informador Técnico reseña que las fibras vegetales representan una alternativa para las aplicaciones industriales debido al bajo costo, el peso ligero y el carácter renovable.
Destacan también la superioridad del yute como refuerzo de otros elementos, convirtiéndolo en una materia importante dentro de las industrias del calzado y la marroquinería. Hay quienes lo denominan la «fibra dorada» y lo asemejan al esparto.
Uno de los tantos usos es fabricar suelas de sandalias y zapatos que, con o sin tacón, permiten pisadas suaves mientras luces a la moda.
Los suecos, las sandalias o los zapatos de yute vienen perfectos para los días de calor intenso, porque ayudan a que la piel transpire de manera adecuada, la refrescan y minimizan las probabilidades de irritación.
Un artículo publicado por la Revista del Calzado expone que, atendiendo a la salud y al estado físico, incrementó la demanda de zapatillas cómodas, siempre combinadas con las tendencias. A esta premisa se suma el yute, cuya labranza y utilidad tienen la siguientes ventajas:
Conoce ¿Qué es el yute y por qué se recomienda para sustituir las bolsas de plástico?
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Durante los últimos años se han vuelto más comunes las suelas de «fibra dorada», quizás por la mezcla de sencillez y elegancia, al saber que puedes ponerte estas zapatillas con un vestido ligero o con pantalones vaqueros. De cualquier modo, es imprescindible saber cómo limpiar el calzado de yute.
El proceso se divide en 2 partes. La primera es el aseo del tejido superior. Si es de cuero, lo apropiado es aplicar un producto para la limpieza pieles. Valiéndote de un paño de microfibra, frotas suave y sin remojar.
Con los tejidos superiores de lona, conviene 1 cucharada de detergente suave diluido en 2 vasos de agua. Con un trapo de algodón friega el textil y con un segundo paño humedecido solo en agua sacas el jabón.
La segunda fase es la limpieza de las hebras de yute y el cuidado del calzado, aplicando los consejos que indicamos a continuación.
Pasa un cepillo de cerdas suaves por la suela o el tacón, siguiendo la misma dirección, para no deshacer la trenza de yute. Un pañito de algodón también elimina la suciedad amontonada en el tejido. El trapo tiene que estar seco.
Después de despegar el polvo, prosigue con el lavado. Para ello, usa la misma mezcla de limpiar lona o amoníaco líquido con agua. Estas fórmulas son efectivas porque quitan las manchas en el trenzado; si eliges el amoníaco, las proporciones son 20 % del químico y 80 % de agua tibia.
Al ser un material que retiene la humedad, mientras lo limpias introduce dentro del calzado una bola de papel de cocina. Esto es recomendable para absorber los excesos. Cuando finalices el lavado, pasa un trapo seco y limpio, además de una última cepillada con las cerdas secas.
Si las zapatilla se mojan, ponlas al sol para que retomen su forma original. No las bañes en químicos ni apeles a secados artificiales, porque corres riesgo de dañarlas.
La peor enemiga para limpiar el calzado de yute es la lavadora. Si los lavas en este aparato saldrán estropeados y la fibra se descompondrá. Con seguridad perderás las zapatillas. El proceso para cuidarlas durante la higienización obligatoriamente es a mano.
El cloro, la lejía y los quitamanchas que contienen oxígeno activo están contraindicados para esta clase de zapatos, debido a que decoloran y deterioran tanto las lonas como los filamentos de yute.
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Como cualquier otro tipo de calzado, los de yute pueden adquirir olores desagradables, producto de las bacterias y la piel muerta de la planta de los pies. Asimismo, no dejarlos que sequen de forma correcta potencia las posibilidades de hedor.
Cuando ocurre, la sugerencia es poner una cucharadita de bicarbonato de sodio dentro del zapato, sobre todo en la zona delantera. Esta sustancia hará su trabajo toda la noche, para que en la mañana la extraigas con un trapo semi húmedo. Con los consejos apuntados, ya puedes limpiar de forma óptima tus zapatillas y ampliar su durabilidad.
Limpiar las sandalias es parte de la higiene que debes a los pies. Además, es necesario asearlas para evitar el mal olor y las manchas.
Escrito por Luz Marina Carpio Hernández
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